Entre las muchas anécdotas que puedo contar, hay algunas para las que aún tengo más preguntas que respuestas; espero que a lo largo de este hermoso viaje de la vida me sean resueltas para compartir contigo una explicación que satisfaga nuestra curiosidad.

Mi familia ha venido experimentando frecuentemente una serie de fenómenos a los que la literatura de ficción ha llamado Doppelgänger. Se refiere a un doble ya sea fantasma o no y se caracteriza por ser malvado.

Te contaré algunas de las anécdotas que más recordamos:

Una vez nos quedamos a dormir en casa de mi abuela materna en Bogotá,Colombia; nos acomodaron en dos camas gemelas a mi hermanito y a mí. Solíamos jugar antes de dormir cuando nos dejaban solos, esa noche él estaba haciendo bromas desde su cama, vimos a la abuela en la puerta de la habitación muy molesta gritándonos que era hora de dormir, que nos iba a quitar todos los juguetes si no hacíamos silencio inmediatamente. Al día siguiente nos enteramos que nos habían dejado a cargo de mi abuelo y de una empleada porque ella había salido desde temprano a una cena con un grupo de amigas.

En esa casa se sentía muchísima actividad paranormal; vivimos allí una larga temporada después del divorcio de mis padres. En unas vacaciones, mis abuelos salieron de viaje a un crucero y escuchábamos todas las mañanas a mi abuelo y su
murmullo al leer el periódico en uno de los salones de la casa. Era su costumbre tomar el café en ese salón mientras leía el periódico, pero lo escuchábamos cuando no estaba presente como si nunca se hubiera ido, todos lo oíamos y convivíamos con ello.

Años después en Vitoria-Gasteiz, España, mi hermano solía darse largas duchas hasta quedarse dormido de pie, teniendo algunas veces que golpearle la puerta para que saliera. En una ocasión estaba lavándose el pelo y escuchó mi voz gritándole que saliera, que necesitaba el jabón, él cuenta que comencé a tocar la puerta con mucha fuerza y no paraba de gritar como si fuera una emergencia. Yo, estaba en casa viendo la televisión con mi hijo y no fue sino hasta que salió muy enfadado a ver qué pasaba, que descubrimos que estaba ocurriendo de nuevo.

En esa misma casa unos meses más tarde, había acostado a mi hijo que aún era un
bebé y estaba esperando que mamá volviera para que se quedara con él. Yo tenía noche
de milonga, solía arreglarme casi como un ritual para ir a bailar tango un jueves al mes.
Estaba concentrada maquillándome frente al espejo cuando escuche las llaves abriendo la
puerta, ruido de bolsas y unos tacones que se acercaban a mi habitación, desde la cual no podía ver hacia el salón o la puerta de entrada.

— ¡Danny ya llegué! ¡a ver, como quedaste! ¿ya se durmió el niño?
— ¡Si, Má! Está todo listo. ya voy a terminar y salgo.
— Voy a dejar mientras tanto la compra, ya vengo. Dijo ella.

Escuché que se alejaba caminando con sus tacones y las bolsas. Terminé de maquillarme, me ajusté el vestido, preparé los zapatos… pero mamá no volvía, me percaté que el pasillo estaba con la luz apagada y salí a la puerta de la habitación. No había nadie.

— ¿Mamá? —Grité algo inquieta— ¿hola?

No hubo respuesta. Me quedé paralizada en el umbral de la puerta. De repente las llaves volvieron a sonar abriendo la puerta, se encendió la luz y entró mamá con una bolsa en cada mano.

— Hola, ¿Por qué me miras así? —Dijo ella desde la puerta, al otro lado del pasillo.
— ¿Tú no estabas aquí ya?
— No, me acaba de traer Meya (una amiga de la familia).
— ¿No habías entrado hace un momento? —insistí.
— Me miró extrañada y respondió.
— Ya estas otra vez con tus locuras. Si quieres pregúntale a Meya que me acaba de traer.

Meya entraba detrás de mamá asintiendo con la cabeza y las cejas arqueadas.

— ¿El niño ya está dormido? Pregunto mamá.
— Si, Má, pero ya te lo había dicho.
— ¿Cuándo? no te escuché, quedaste muy linda, ¡Anda! que vas a llegar tarde.

En otra ocasión, esta vez en la casa de mi abuela en Medellín, Colombia; mientras cocinaba la cena mi intuición de mamá me decía que todo estaba muy callado y en calma, pensé que mi hijo estaba haciendo alguna trastada y fui a buscarlo. Busqué por todas la habitaciones de la casa sin éxito, escuché un llanto que venía del vestidor de una de las habitaciones, abrí la puerta y dentro encontré a mi hijo acurrucado en el suelo del vestidor mirándome con miedo.

— ¿Yax que pasa? Le pregunté.
— ¿Mami ya puedo salir?
— ¿Cómo que si puedes salir? ¿Qué haces aquí a oscuras?

Le di mi mano para que se levantara y lo lleve a la cocina mientras se iba limpiando las lágrimas de la cara con sus antebrazos.

Luego de que se calmara y comiera logré que me dijera que yo lo había castigado y lo había metido en ese sitio con la luz apagada. Él le tenía pánico a la oscuridad al igual que yo y odiaba ese vestidor, yo jamás habría hecho algo así. De este episodio nos llama la atención que él recuerda que yo lo metí ahí por la fuerza, luego lo tocó físicamente.

Estas y algunas más son experiencias paranormales a las que aún no le encontramos sentido. Descartamos la posibilidad de que sea un lugar concreto ya que como ves nos ha pasado en distintas ciudades y países, incluso mientras escribía este
texto, mamá afirma haber sostenido una conversación con mi hijo por WhatsApp, las llamadas registradas en su teléfono dan una muestra de que pudo ser cierto, aunque en el
de mi hijo no hay rastro. Mi hijo no recuerda haber hablado con ella y yo he estado con el todo el día por el confinamiento; estoy segura de que no ha hablado con ella ni ha intentado llamarla.

Mi hermano Camilo y yo tenemos varias teorías, nos hemos propuesto seguir investigando este fenómeno y siempre que me cuentan historias paranormales, pregunto si alguien ha vivido algo parecido, pero hasta el momento solo encontramos un capítulo de un programa de TV de una familia que vivía estos fenómenos.

Si tú has vivido algo parecido, los dos estaríamos encantados de leer tu historia. Te invito a escribir en los comentarios, en la cajita de contacto si quieres que sea privado, o incluso a cualquiera de mis redes sociales que puedes encontrar en los
íconos de arriba de esta página.

Tal vez investigando esta clase de sucesos por el mundo podamos arrojar luz sobre estos misteriosos encuentros que al día de hoy seguimos experimentando.

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  1. Hola Danny. Yo pasé por algo igual cuando murió mi mamá Carmen. Eso ocurrió en Colombia en la casa donde vivíamos en el pueblo de mesitas del colegio. Mamá estaba muy mal de salud y los médicos ya la habían enviado a casa bajo cuidados familiares y sin decirnos nada ya quizás sabían que no había mucho por hacer con respecto a la salud de ella. Lo que contaré seguido a esto es que era un domingo 10 de agosto de 1997 y yo me daba prisa para salir a trabajar en un balneario donde laboraba los fines de semana. Antes de salir me recosté a lado inverso de la cama de mamá para despedirme de ella y hablarle un poco, tal vez ella intuía que sería la última vez que lo haríamos. Toco mi pierna y me dijo que me quería mucho y que cuidara de mi padre y le prometiera que no lo dejaría solo hasta que faltase y que no me peleara con el . Yo le dije : mamá tranquila que yo no lo dejaría solo pero no me digas eso que tu te vas a poner bien. Me levanté ya lista para irme y le di un beso y un abrazo y sali a mi trabajo. En el transcurso de la mañana me llamo mi padre al trabajo y me dijo …. mamá ha muerto!
    Se lo dije a mi jefe e inmediatamente me dijo vete tranquila y soluciona todo. Lo siento mucho !
    Se lo dije a mi mejor amiga y llegamos juntas a mi casa. Mamá estaba en su camita ahí pálida y algo tibia aún. Yo no podía creer que esto estuviera ocurriendo. Papá me dijo que iría a la funeraria para solucionar lo de el sepelio y yo me quede en casa y con mi amiga decidí quitarle el pijama en medio de lágrimas y dolor y ponerle su mejor vestido y en el patio de la casa se empezó a escuchar gritar mi segundo nombre fuertemente Yojanaaaa Yojanaaaa y pensé por un momento que era producto de mi nerviosismo, mire a mi amiga y le dije :tu haz escuchado eso? Y me dijo con voz temblorosa y llorando… sí escuché la voz de tu mamá llamándote . Todo quedó así pues eran un montón de sentimientos encontrados y mucho dolor en mi vida y en mi alma. Se había ido lo más hermoso de mi vida y entendí que fue su forma de decirme adiós y que quizás luchaba contra ella misma por que no quería irse de mi lado.

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